William Tyndale (Slymbridge, 1495 - Bruselas, 6 de octubre de 1536) era un estudiante inglés destacado en griego y latín, que llegó a ser una figura clave en el movimiento de la reforma protestante durante los años posteriores a su implantación. Es
reconocido por haber traducido la Biblia del griego y hebreo, además de imprimirla en inglés.
William Tyndale nació en Slymbridge, cerca de la frontera
galesa de Inglaterra entre 1484 y 1496.
Estudió en Oxford, la misma
universidad donde había estado Juan Wiclef más de 120 años antes. Posiblemente la
influencia de Wycliffe todavía lo alcanzó e intervino en la formación de sus
ideales. En 1515 se graduó como «maestro en artes» (licenciado) en la Universidad de Oxford y
posiblemente sus estudios complementarios los realizó en la Universidad de Cambridge.
Después de titularse se mudó a Cambridge. Allí posiblemente conoció a Erasmo de Rotterdam, quien
estaba terminando su compilación del Novum
Instrumentum Omne (el Nuevo Testamento en
griego).2 Además del inglés como lengua materna, en el curso de su vida
Tyndale aprendió francés, griego, hebreo, alemán, italiano, latín y español.
Juan Foxe, en su
libro Christian Martyrs dice que el estudio de este Nuevo
Testamento transformó su vida. Exhortando a unos sacerdotes sobre la
importancia de estudiar la Biblia, un sacerdote le dijo: «Sería mejor estar sin
la ley de Dios que sin la ley del papa». Frustrado Tyndale contestó: «Desafío
al papa y todas sus leyes; y si Dios me permite, algún día haré posible que el
hombre que maneja el arado en Inglaterra, sepa más de la Escritura que el papa
mismo».
Tyndale se dispuso a traducir el Nuevo Testamento al
inglés de la gente común. Como base tradujo del Nuevo Testamento griego
de Erasmo. Pronto se dio cuenta de que en Inglaterra tal proyecto no era aceptable. Inglaterra
permaneció fiel al catolicismo hasta que el rey Enrique VIII rompió con Roma en
1534, por asuntos maritales.3
Acudió al obispo de Londres, Cuthbert Tonstal,
para conseguir permiso de hacer el proyecto en su palacio. El obispo fríamente
le dijo que no había lugar para tal cosa en su palacio. Con tristeza Tyndale
dijo: «Percibí que no solamente en el palacio del obispo de Londres, sino en
toda Inglaterra no había lugar para tratar de traducir las Escrituras».
En 1521 fue ordenado sacerdote católico, trabajando como
preceptor de los hijos de Sir John Walsh, hasta 1523.
Decidido a hacer su traducción al inglés de la Biblia,
salió de Inglaterra y se trasladó a Colonia para seguir
su proyecto. Trabajó con tanta diligencia que al año siguiente presentó su
manuscrito del Nuevo Testamento al impresor en Colonia. En
secreto empezaron a hacer las placas para imprimir el libro. Pero un sacerdote,
Cochlaeus, escuchó un rumor de que estaban por imprimir el Nuevo
Testamento. Cochlaeus avisó a las autoridades que pronto confiscaron las
láminas antes de que pudieran imprimirlas. Pero Tyndale recogió las láminas
preciosas y apenas escapó antes de que las confiscaran. Huyó a Worms y
allí en 1526 logró imprimir 3000 ejemplares del Nuevo Testamento.
Tyndale empezó a enviar sus libros preciosos en cajas, en
barriles, en paquetes de ropa, en sacos de harina, y cuanta manera podía imaginar
para que llegaran clandestinamente a Inglaterra. En mayo del mismo año los
primeros llegaron a Inglaterra. Unos meses después se distribuía en muchas
partes. Cochlaeus había avisado al clero inglés y cuando se dieron cuenta de
que estaban llegando los libros, pusieron guardas en todos los puertos para
confiscarlos antes de que entraran al país. Muchos fueron descubiertos y
quemados en una ceremonia solemne en St Paul’s Cross en
Londres. Pero a pesar de tanta oposición, muchos llegaron a manos de la gente.
Al ver que no lo podían impedir, Cuthbert Tonstal, el obispo de Londres, le dio
dinero a un mercader amigo de Tyndale para que le comprara el resto de los
Testamentos que le quedaban. Esos los destruyeron, pero el dinero recibido por
la venta sirvió para que Tyndale dispusiera de más fondos y los dedicara a
imprimir más. Los tres años siguientes pudo imprimir 18,000 ejemplares. Hoy
sólo hay constancia de la existencia de dos ejemplares.
Al fin, en mayo de 1535, los enemigos de Tyndale lo
capturaron y lo encarcelaron en el castillo de Vilvoorde cerca de Amberes, Bélgica. Desde allí escribió al gobernador:
Si tengo que
permanecer aquí durante el invierno, que me haga el favor de pedirle al
procurador que si fuera tan amable de enviarme, de mis bienes que tiene en su
posesión, una gorra más caliente, porque sufro extrema y constantemente de un
catarro, que empeora por las condiciones de esta celda. También un abrigo más
caliente, porque el que tengo es muy delgado, también un pedazo de tela para
remendar mis polainas; mis camisas también están gastadas.
El 6 de octubre de 1536 lo sacaron de su celda para
ejecutarlo. Lo amarraron a una estaca. Primero lo ahorcaron y después quemaron
su cuerpo.